CARCASSONNE: JUEGO BASICO
Carcassonne es el juego de mesa moderno para los que quieren empezar con juegos estratégicos de verdad. Con un reglamento sencillo de aprender, cada decisión que toma durante a partida influye en tus posibilidades de ganar. Mediante la colocación de losetas , los jugadores construyen caminos, ciudades y monasterios, y, cuando se acaban las losetas, el jugador que tiene más puntos gana la partida.
Este juego de mesa moderno ganó el premio al mejor juego de año (Spiel des Jahres) en 2001 y desde entonces lleva millones de ejemplares vendidos. Se adapta perfectamente al nivel de cualquier jugador, tanto veterano como nuevo, y cuenta con una mecánica que puede resultar peculiar: ¡no hay tablero al empezar la partida! Mediante la colocación de losetas, los jugadores construyen el «tablero», que resulta diferente en cada partida.
El reglamento es muy sencillo: en cada turno, un jugador coge una loseta de la caja y la coloca en cualquier sitio donde encaje (un camino junto a otro camino, una muralla de una ciudad al lado de otra loseta de ciudad, etc.). Después, cada jugador dispone de 7 figuras de un color que marcan sus territorios. En el momento en que un jugador coloca una loseta, decide si quieren colocar encima también una de las figuras de su color (que se llaman seguidores). Estos seguidores indican quién podría puntuar sobre esta ciudad, camino o monasterio. Cuando estos territorios se cierran, los jugadores que tiene seguidores encima del territorio puntúan. En el caso de que haya más de un seguidor colocado en una ciudad, el jugador que tiene la mayoría de figuras colocadas dentro de esta ciudad será quien gane los puntos.
En Carcassonne también puntúan los caminos, pero en este caso solo puede haber un seguidor, aunque es posible que a lo largo de la partida se junten los caminos de dos jugadores. Cuando ocurre esto, al cerrar este camino los dos jugadores obtienen los puntos. Con un monasterio, cuando las losetas cubran todo su contorno, el jugador que tiene un seguidor encima puntúa. Hay que tener cuidado, ya que únicamente al cerrar un camino, ciudad o monasterio se pueden recuperar las fichas. Así pues, a lo largo de la partida hay que tomar decisiones sobre si vale la pena añadir otro seguidor a una ciudad, o si es mejor situarlo en otro sitio donde es posible ganar más puntos.